martes, 6 de marzo de 2007

Vendrán de a uno


Vendrán de a uno.
Caerán como racimos.
Tendrán el rostro de la desolación.
Serán inconmovibles.
Furiosos y vengativos.
Salvajes sin salida.
En la embestida se desplomarán de a cientos.
Morirán y volverán a nacer.
Serán avispas aguzadas por el dolor.
Derribarán todas las empalizadas y centros quirúrgicos de corrección social.
Atravesarán fronteras.
Traerán consigo a sus hijos, hermanas, nietos, sobrinos.
Cada uno de ellos, a sus amigos.
Y todos vendrán acompañados de lo peor de lo peor.
Serán un tumulto.
Golpearán como un tsunami de carne viva.
Una marejada de angelitos prófugos.
Arrasarán ciudades, barrios privados, centros comerciales.
Y todo lo que se ponga en su camino.
Serán langostas. Tiburones. Panteras.
Pero con odio humano.
No se podrá con ellos.
No habrá nada que hacer.
Donde pisen crecerán páramos.
Construirán noches en la mismísima oscuridad.
Trazarán un nuevo límite.
Con ferocidad.
Cultivarán otra mística con la que se escribirá la otra historia.
Si prestas atención, verás mis ojos venir entre los de los forajidos.

Martín Amaya

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola de nuevo. Tenía un rato y he venido a echarle un vistazo a tu blog.

Esto que has escrito me parece buenísimo.